Boda en Polonia - Julio 2011

A las buenas!

6 meses tarde, pero al fin ha llegado! La boda en Polonia 2011! 

Allá nos fuimos un 21 de Julio a Varsovia, para que nos fuesen a buscar en coche y desplazarnos a Radom. Boda el sábado!! Nunca en mi vida había estado en una boda típica de otra nacionalidad (básicamente sólo gallegas), así que esto era une experiencia digna de ver.

Tras dos días de descanso, visitas familiares, alguna compra y unos chupitos de vodka, llegó el día... había que empezar a vestirse, prepararse, maquillarse y todas esas cosas... Por suerte, no tuve problemas al encontrar el traje, camisa y zapatos (si hasta tuve que hacer encuesta de cuál debía llevar!). En medio de la faena de preparación, nos sacamos esta fotillo... ay, que juapos!



Una vez listos y preparados para partir, nos sacamos una fotillo con la novia!

Bueno, y os preguntaréis como funciona esto de las bodas en Polonia. Pues no es como en Galicia, y me atrevo a decir en el desconocimento, que tampoco como bodas españolas en general. Nada de que el novio espera a la novia en la iglesia ni cosas de esas. Aquí se hace de forma diferente.
Primero: el novio va a casa de la novia a buscarla. Aquí lo podemos ver con el "bestman" o padrino. Los padrinos y madrinas no es como en España, el padrino viene por parte de él y la madrina por parte de ella, y no son los padres, suelen ser herman@s, o incluso amigos, como en este caso. La madrina fue en este caso mi pitufa!

Luego, se produce la bendición de la pareja. Se ponen de rodillas en una habitación y se les bendice con agua y una escobilla. Suelen hacer este ritual tanto los padres de él como los de ella.

Luego, en coche a la iglesia en el coche que vimos antes. Aquí la iglesia estaba a 300 metros, pero la tradición es la tradición.... En algunas zonas, generalmente en aldeas, los vecinos paran al coche de los novios o incluso les hacen pequeñas "barricadas" en la carretera. Solamente podrán pasar si se les da alguna cantidad de "zloty" (dinero) o alguna botella de vodka.

Y la entrada de estos en la iglesia...

Llegando al altar...

Aquí con Hubert... qué hombre más grande!! Se nota que juega al baloncesto eh? :)

Después de la ceremonia, los novios salen los primeros, nada de últimos. Se ponen a la entrada junto con los padrinos y todos los asistentes les van dando las felicitaciones y los regalos. Al final de todo, se encuentran con un montón de sobres y bolsas que tienen que meter en el coche. Y directos al lugar de celebración...
En Polonia existe el concepto de "casa para bodas". Es decir, es una casa con dos grandes habitaciones, una para el banquete y otra para bailar. Son negocios dedicados exclusivamente a las bodas y ofrecen la comida y el servicio. Ésto me llamó mucho la atención, puede que fuese una buena idea para hacer en España....
Seguimos con el ritual. Cuando los novios llegan a la casa, les espera la madre de ella con un pan especial en la mano. Es un bollo de pan especial para las bodas que tiene sal dentro o en un pequeño agujero en la parte de arriba. La tradición es que se le pregunta a la novia: "Qué prefieres, el pan, la sal o tu marido?". Ella debe de contestar: "El pan, la sal y a mi marido para trabajar por él" (más o menos).

Y para dentro todo el mundo! Como ya comenté, la casa está dedicada al banquete. Largas hileras de mesas y sillas con parte de la comida ya lista....

Dentro nos fuimos todos a la zona de baile. Allí haríamos un primer brindis con champán para celebrar la nueva unión. 

Y a continuación el baile de los novios, que a diferencia de las bodas en España, este se hace al principio. La verdad es que se mandaron un baile digno de ver...

Y luego, a comer y beber! Comenzamos aquí nuestra lista inacabable de chupitos de vodka....

Aquí tampoco falta la banda... un poco rara, eso sí, pero animaba el cotarro. Decir que hubo un momento en que andaban ya un poco contentillos de más....

Foto casi al principio de los novietes y la madrina...

Bueno, aquí la gente come, bebe y se va de baile. Nada de comer como una bestia y luego intentar moverse como en España. No señor. Aquí desde el minuto uno ya se está bailando...

La fotillo con la madrina y la suegra jejejej

Después de algún plato caliente, plato frío, jamón, salchicha y muchos chupitos, llegó la hora de bailar con los novios. Existe una tradición en la que, para bailar con el novio o la novia, debes de pagar una cantidad de dinero y ponerlo en las cestas que vemos. Suele ponerse unos 10 o 20 zloty, y los padrinos son los encargados de recaudar.

Yo conseguí bailar con ambos... qué estilazo....

De lo que más me gustó: la sección de comida tradicional. Salchichas, jamones asados y alcoholes varios caseros. El famoso "bimber", vodka casero, matador donde los haya. No es como el aguardiente del Ulla, un pelín más fuerte diría yo... aunque había un licor de arándanos riquísimo, que tuve la suerte de traerme a Dublín. Este licor se llama "zurawinówka" (pronunciado "suravinúfka").

En algunas bodas también tienen el momento de coña. Varios amigos vestidos de mujer y dándolo todo bailando. Pena de que me cortase un poco....

Y así toda la noche... beber, comer, beber, comer... pero ojo.. esto sólo fue el primer día. El segundo, ya más relajado, nos volvimos a reencontrar todos en la casa, el segundo día de boda. Allí terminamos al comida restante, más platos calientes y más vodka. Tengo que decir que, tras los chupitos del día anterior, no me apetecía una mierda beber más. Pero es cierto eso que ellos dicen que, para sentirte mejor, debes de tomar un par de chupitos más. Correcto, así fue, y así continué con la fiesta.

Este segundo día fue para estar un poco más fuera, sacarse fotos familiares y todas estas cosas...

Más fotillos familiares...

Y más todavía... a puntito de beberme eso que tenía en mi mano....

Después del chupito, a uno le queda la cara de esta manera... jejejejej

Y así fue este segundo día, acabado sobre las 10 de la noche. Pero aún hubo más... generalmente el padre de la novia, que organiza generalmente la boda, no bebe durante estos dos días. La razón es porque tiene que mantener contentos a los invitados (y bueno, controlar que no se desmadren, todo hay que decirlo). Y claro, llegó el tercer día, que coincidía con mi cumpleaños... Y sí, más chupitos! "Por mi salud!", me decía... sí, sí... por tu salud, pero por la mía mejor no beber más!
Un saludo y que la fuerza os acompañe!