Los martes...

... son unos días que no me gustan. Coinciden después de los lunes, día en que me encuentro agotado tras el fin de semana, he dormido poco bien porque he salido o bien porque si no salgo, los domingos tengo exceso de sueño (increíble pero cierto). 

Los martes son los días del cansancio y los días en los que todo me sale mal. Estoy cansado del partido del día anterior, me duele todo el cuerpo (me hago mayor) y en el trabajo no estoy al 100%. Cosas simples se transforman en imposibles, y acabo reflexionando por caminos sinuosos y razonando fuera del recipiente. 

Los martes suelen ser días de reflexión... No sé realmente por qué. Me paro a pensar en lo que he hecho, lo que hago y lo que haré. El pasado, el presente y el futuro. Mi vida. Mi trabajo. Mis allegados. Nunca llego a buenas conclusiones sobre esto.

Por todo esto, debería suprimir los martes mi vida: no hacer nada, no ir a trabajar, no comer, simplemente estar en cama y dejarlos pasar. 

Hoy ha sido martes otra vez. He vuelto a pasar por este círculo vicioso. Pero hoy he tenido un pequeño mensaje que me ha alegrado el día, que ha hecho que al menos este fuera un martes diferente a los demás. No hace falta decir el remitente del mensaje, simplemente basta con leerlo.

Muchas gracias! Kisses!

Un saludo y que la fuerza os acompañe!